Cada alienígena contiene en sí mismo el equivalente de los
dos sexos terrestres, aunque no funcionan exactamente igual.
Digamos que sí hay dos géneros diferenciados: los sujetos se
atraen entre géneros iguales o diferentes, pudiendo hablar de heteroaliens y
homoaliens; aunque, a su vez, todos serían bialiens.
Para los estudiosos Maldert y Skalih (1987) no hablaríamos
de órganos genitales para la reproducción, sino de “órganos éticos”, ya que en
sus relaciones unos exhiben rectitud y otros saber estar.
Rectitud=
vagina
Saber
estar= pene
Para llamar la atención de sus congéneres, perpetran
tácticas berborreicas, con sagaces proposiciones que exigen la toma de posición
ante una disquisición de ambivalente resolución.
Su lívido sube a la par que el uso de esdrújulas y tiempos
verbales subjuntivos, así como la utilización de pausas prosódicas, enardeciendo aún más al
cortejado.
Hay una frase que finaliza la coadyuvación advirtiendo al casanova en cuestión que se avecina la cópula. A continuación, reproducimos los enunciados que provocan una cascada de adrenalina y sexualina en las mentes alienígenas:
-
Muchas gracias.
-
No se merecen.
Tras esta elegante contestación, se puede proceder al
encuentro sexual, que tiene lugar en los aposentos de los progenitores. Para
esta ocasión es invitada a la familia en pleno, que a su vez puede sustituir
alegremente a cualquiera de los dos participantes en la cópula si lo desean,
algo que sucede el 100% de las veces.
El resultado final será un nuevo alienígena que nacerá en
P.A.R.I.S. (con sus siglas en koe97834lk : Paritorio Alienígena con Resultados Inmensamente Satisfactorios).
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