Otis Redding
encabezó una expedición de castigo contra unos hermanos que se habían peleado
–una cuestión de faldas- con un amigo suyo. Se desencadenó un tiroteo en el que
hubo varios heridos; el mismo cantante recibió unos perdigones y tuvo que
soltar dinero para acallar a los atacados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario