“La cejilla te permite tener duende en los once tonos” (guitarrista flamenco anónimo del S.XX)

lunes, 8 de mayo de 2017

Consumo de canciones de amor según diferentes grupos sociales (2)

CONSUMIDORES OCASIONALES

No demuestran especial aprecio por el tema ni les desata pasiones en contra. Lo consideran un producto más, ni bueno, ni malo, como el pan de molde, los chalecos de rayas o las chanclas brasileiras.

En este grupo destacan:

-          Vendedores de enciclopedias a domicilio. Su trabajo ya es suficientemente duro y anacrónico como para existencializar su ocio. Si al encender la radio suena Celine Dion, lo dejan, si es Escorbuto, también (Sánchez, 2016).

-          Enfermos crónicos de dermatitis atópica, que basculan entre el odio y el amor enfermizo. Claro está, ello depende de la ausencia o no de brote y prurito (Torrales, 2016). Falta un estudio musicológico-médico que trate la relación del arte de Apolo con la atopía seborreica y que ofrezca una salida musicoterapéutica.

-          Sectas mileniaristas. Si bien se usan en la captación de adeptos (los testigos de Jehová también las utilizan), su uso no es de larga duración por motivos obvios (Torrales, 2016). 






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